Page 121 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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lo que Nell no entendía la diferencia entre la tela
de verdad y la que salía del C.M.
Harv encontró un trozo una vez. Los Territorios
Cedidos, donde vivían, tenían playa, y a Harv y sus
amigos les gustaba ir a buscar por allá, muy por la
mañana, cosas que la marea hubiese traído de
Shanghai, o lo que los víctors del Enclave de Nueva
Atlantis tiraban por el váter. Lo que buscaban
realmente eran trozos de Nanobar. En ocasiones el
Nanobar venía en forma de condón, en ocasiones
se usaban trozos mayores para envolver cosas y
evitar que se las comiesen los bichos. En cualquier
caso, podía recogerse y venderse a ciertas personas
que sabían cómo limpiarlo y unir un trozo de
Nanobar a otro para fabricar trajes protectores y
otras cosas.
Harv se metió el trozo de tela en el zapato y luego
se fue a casa, sin decir ni una palabra a nadie. Esa
noche Nell, tendida en el colchón rojo, soñó con
extrañas luces y finalmente le pareció ver un
monstruo azul en la habitación: era Harv bajo su
manta con una linterna haciendo algo. Ella se
movió muy despacio para no molestar a
Dinosaurio, Oca, Pedro y Púrpura y metió la
cabeza debajo de la manta, y se encontró a Harv,
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