Page 126 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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de la más fuerte. El sistema incluía grandes
aeróstatos llamados enfermeras que recorrían
continuamente el lugar descargando grandes
cantidades de energía en vainas seleccionadas al
azar en toda la red, que a su vez la distribuirían a
sus vecinas. Si una vaina creía tener problemas
mecánicos, enviaba un mensaje, y una nueva vaina
venía volando desde las instalaciones de Seguridad
Real bajo Fuente Victoria y la sustituía para que
pudiese volar a casa a ser descompilada.
Gran número de chicos de ocho años había
descubierto que no se podía trepar por la red de
perros porque las vainas carecían de sustentación
suficiente para soportar el peso; el pie hundiría la
primera vaina en el suelo. Intentaría liberarse, pero
si se quedaba atrapada en el barro o las turbinas
fallaban, otra vaina debería venir a reemplazarla.
Por la misma razón se podía coger una vaina de su
lugar y llevársela. Cuando Hackworth había
realizado ese truco en su juventud, había
descubierto que a medida que uno se aleja del
lugar más caliente se ponía el artefacto, todo eso
mientras te informaba amablemente, en la dicción
cortante de los militares, sobre las vagas
consecuencias. Ahora podías robar una o dos
cuando te apetecía, y una nueva vendría a
reemplazarla; cuando veían que ya no formaban
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