Page 313 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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y le entregó un rollo al magistrado. El juez
examinó el sello; llevaba la marca del Doctor X.
Lo llevó a la oficina y lo desenrolló sobre la
mesa. Era genuino, escrito en papel de arroz con
tinta de verdad, no una cosa mediatrónica.
Se le ocurrió al juez, incluso antes de haber leído
siquiera aquel documento, que se lo podría llevar
a un marchante de arte en Nanjing Road y
venderlo por el sueldo de un año. El Doctor X,
dando por supuesto que fuese realmente él quien
había dibujado aquellos caracteres, era el calígrafo
vivo más impresionante que el juez Fang había vis‐
to nunca. Su trazo delataba una rigurosa base
confuciana, muchas más décadas de estudio de las
que el juez Fang podía pretender, pero sobre esa
base el doctor había desarrollado un estilo
definido, muy expresivo sin ser desaliñado.
Era la mano de un anciano que entendía la
importancia de la gravedad sobre todo lo demás, y
que, habiendo establecido su dignidad, transmitía
la mayor parte del mensaje por medio de matices.
Más allá de eso, la estructura de la inscripción era
exactamente la correcta, un equilibrio perfecto
entre los caracteres mayores y los menores,
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