Page 377 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
P. 377
—Muy bien —dijo el juez Fang—, todos los
bastonazos menos uno quedan suspendidos
pendientes de la finalización de las alteraciones. Y
en lo que se refiere a los diez años de prisión, me
avergüenza decir que este distrito, al ser muy
pequeño, no tiene una prisión, y que, por tanto, el
sospechoso será liberado esta tarde después de aca‐
bar con el asunto del bastonazo. Pero tenga por
seguro, señor Hackworth, que cumplirá su
sentencia, de una forma u otra.
La revelación de que sería liberado para reunirse
con su familia esa tarde golpeó a Hackworth como
una larga bocanada de opio. El bastonazo fue un
asunto rápido y eficiente; no tuvo tiempo de preo‐
cuparse por él, lo que ayudó un poco. El dolor lo
mandó directo al shock. Chang retiró su cuerpo
flaccido del armazón v lo llevó a un camastro duro,
donde yació semiconsciente durante unos
minutos. Le trajeron té... un buen keemun con
claras notas de espliego,
Sin más ceremonia lo escoltaron directamente
fuera del Reino Medio y hacia las calles de !a
República Costera, que nunca había estado aguas
de un tiro de piedra durante lodos los
procedimientos, pero que igualmente podría haber
estado a miles de kilómetros o a miles de años de
377

