Page 72 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
P. 72
basadas en alguna habilidad común o en una
extraña idea o ritual que no podría aprender en
media hora.
Finalmente, en algún momento hacia
medianoche, pasó al lado de un tipo con una
extraña chaqueta gris y una gorra con una estrella
roja que intentaba repartir pequeños libros rojos, y
le llegó la inspiración: Sendero. La mayor parte de
los senderos eran incas o coreanos, pero aceptarían
a cualquiera. Tenían un enclave en los Territorios
Cedidos, un enclave con buena seguridad y cada
uno de ellos, hasta el último hombre o mujer,
estaba loco. Podrían enfrentarse perfectamente a
un par de docenas de ashantis. Y podías unirte
simplemente cruzando la puerta. Aceptarían a
cualquiera sin hacer preguntas.
Había oído que no era bueno ser comunista, pero
en esas circunstancias supuso que podría bajar la
nariz y citar del pequeño libro rojo todo lo que
fuese necesario. Tan pronto como los ashantis se
fuesen, se saldría.
Una vez decidido, no podía esperar a llegar allí.
Tuvo que controlarse para no empezar a correr, lo
que con seguridad hubiese llamado la atención de
72

