Page 74 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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Un caballo, o algo construido según el mismo
principio general, bajaba por la calle al trote. Los
cascos no hacían el ruido metálico de las
herraduras de hierro. Bud comprendió que era una
cabalina: un robot de cuatro patas.
El hombre de la caba era un africano con ropas
coloridas. Bud reconoció el aspecto de las ropas y
supo sin molestarse en buscar las cicatrices que el
tío era un ashanti. Tan pronto como vio a Bud,
cambió de marcha para ir a galope. Iba a interceptar
a Bud antes de que pudiese llegar a Sendero. Y
todavía estaba demasiado lejos para acertarle con
la pistola craneal, cuyas balas infinitesimales
tenían un rango de tiro desagradablemente corto.
Oyó un ruido débil a su espalda y giró la cabeza.
Algo le pegó en la frente y se quedó allí. Un par de
ashantis le había pillado a pie.
—Señor —dijo uno de ellos—, no le
recomendamos que opere su arma, a menos que
quiera que la munición le explote en la frente. ¿Eh?
—Y formó una amplia sonrisa, de enormes y
blancos dientes perfectos, y se tocó su propia
frente. Bud alzó una mano y sintió algo duro
pegado a la piel de su cabeza, justo encima de la
pistola craneal.
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