Page 79 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
P. 79

ver su cara en la habitación oscura, como la luna


               vista a través de pliegues de seda blanca.








                  A las cinco de la mañana, una diana pentatónica


               y aguda surgió de los brutales mediatrones de los


               norcoreanos. Su enclave, que tenía el nombre de


               Sendero, no estaba muy por encima del nivel del


               mar: a un kilómetro por debajo del edificio de los


               Hackworth en altitud, y veinte grados más cálido


               en un día medio. Pero cuando el coro de mujeres


               empezaba  con  su  devastador  estribillo  sobre  la


               todopoderosa  beneficencia  del  Sereno  Líder,


               parecía que estaban en la puerta de al lado.





                  Gwendolyn ni se movió. Dormiría sin problemas


               una hora más, o hasta que Tiffany Sue, su ayuda


               de cámara, entrase en la habitación y empezase a


               ordenar  las  ropas:  lencería  elástica  para  los


               ejercicios  de  la  mañana,  un  traje  de  negocios,


               sombrero, guantes y velo para más tarde.





                  Hackworth cogió una túnica de seda del armario


              y se la puso sobre los hombros. Uniendo la cinta


              alrededor de la cintura, las frías borlas chocando


              en la oscuridad con sus dedos, miró por la puerta


              al  armario  de  Gwendolyn  y  al  otro  lado  a  su


              tocador. Bajo la ventana, al final de la habitación



                                                                                                            79
   74   75   76   77   78   79   80   81   82   83   84