Page 96 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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Un  resoplido  apagado  salió  de  uno  de  los


               asistentes del Protocolo —la mujer— que se tapó


               la boca con la mano. El sikh parecía que se mordía


               los labios.





                  —¿Tequila?  —dijo  el  juez  Fang  incrédulo.


               Estaba  claro  que  el  juez  Fang  juzgaba  muchos


               casos como aquél y agradecía el entretenimiento.





                  —Hay diecinueve mujeres llamadas Tequila en


               los  Territorios  Cedidos  —dijo  la  señorita  Pao,


               leyendo algo en el fenomenoscopio—, una de ellas


               tuvo  una  niña  llamada  Nellodee  hace  tres  días.


               También  tiene  un  niño  de  cinco  años  llamado


               Harvard.





                  —Oh, vaya —dijo Bud.





                  —Felicidades, Bud, es papá —dijo el juez Fang—


               .  Deduzco  de  su  reacción  que  es  una  sorpresa.


               Parece evidente que su relación con esta Tequila es


               tenue,  y,  por  tanto,  no  encuentro  circunstancias


               atenuantes que debiera tener en cuenta para emitir


               mi sentencia. Siendo así, me gustaría que saliese


               por esa puerta de ahí —el juez Fang señaló una


               puerta en la otra punta de la sala— y que baje los


               escalones.  Salga  por  la  puerta  trasera  y  cruce  la


                                                                                                            96
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