Page 16 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
P. 16

planeta en un parque..., en un jardín. El país de las

               maravillas.

                      —Naturalmente  —corroboró  con  sarcasmo  la


               agrónoma  rusa,  Tania  Rostov,  una  morena  regor‐

               deta—. Por supuesto, lo primero que les ocurriría a

               los colonizadores de cualquier mundo nuevo sería


               ponerse a transformar el paisaje sin esfuerzo, qui‐

               tarse toda la ropa y lanzar la manipulación genéti‐

               ca in vitro como una nueva forma de arte. ¡Detrás


               del matorral más próximo, seguramente! No se les

               ocurriría fundar granjas, ni factorías, ni nada por el


               estilo.  Les  bastaría  con  chasquear  los  dedos  y...,

               ¡hop! ¡presto, el Paraíso!

                      —Debieron de encontrar el Paraíso ya hecho —


               replicó Denise— y..., bien, pues no hubo necesidad

               de luchar. La idea se les impuso por sí sola: fundar


               la utopía —terminó con una risa nerviosa.

                      —Por eso ahora se dedican a hacer la vertical

               para darnos la bienvenida —dijo Austin, fruncien‐


               do el ceño—. Me parece que Tania tiene razón.

                      —A lo mejor es que hemos aterrizado en medio

               de su reserva natural..., o de su colonia naturista —


               sugirió la francesa—. ¿Una zona destinada al ocio?

                      —Por  lo  que  pudimos  ver  mientras  descen‐

               díamos,  está  todo  igual;  prados,  lagos  y  parques.


               Al menos en esta región. Nada de prosaicas aldeas

               o ciudades. Y además, ¿por qué no hace aquí un ca‐

                                                            16
   11   12   13   14   15   16   17   18   19   20   21