Page 363 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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taforma y la abordó lateralmente, hasta descansar

               una de sus alas en la misma. El tritón miraba cie‐

               gamente al frente.


                      Subieron todos a lomos del tritón y el tiburón

               emprendió otra vez el vuelo. Pronto se vieron na‐

               vegando a un centenar de metros sobre las suaves


               ondulaciones  del  Jardín.  Muthoni  se  sujetaba  a  la

               cintura de Sean, quien notaba en la espalda los nu‐

               dillos de Austin, que se sujetaba del mismo modo a


               Muthoni. Austin, por supuesto, no llegaría a olvi‐

               dar del todo; pero la Tierra acabaría por represen‐


               tar para él su vida uterina, su existencia prenatal.

               Su vida consciente se ocuparía de otras cosas.

                      Sean dilató su percepción y el Jardín se convir‐


               tió  en  un  plano  curvo  de  capas  múltiples,  como

               aquella cuadrícula multidimensional, pero lleno de


               contenido.  Centellas  relucían  en  los  nodos  de  la

               cuadrícula donde interaccionaban las vidas huma‐

               nas con las de la horda mental; y cada una presen‐


               taba su diminuto espectro en arco iris, rayado por

               sus particulares líneas de absorción, que represen‐

               taban sus conocimientos.


                      Pero,  en  conjunto,  la  estructura  todavía  se  le

               escapaba; por ello sentía de vez en cuando el gusa‐

               nillo de algo que le faltaba, como cuando uno ad‐


               vierte que se le ha olvidado o pasado por alto al‐

               guna cosa. Aunque estaba seguro de que daría con

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