Page 68 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
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de los trajes espaciales que se habían quitado Sean,
Muthoni y Denise, y salieron a toda prisa arras‐
trando por entre los matorrales sus plateados tro‐
feos, como otros tantos pendones.
Paavo se puso en pie, al tiempo que se le esca‐
paba un aullido.
—¡Eh! —le llamó Sean—. No importa. Tenemos
a bordo los de reserva.
—¿Cómo que no importa?
Paavo se lanzó en pos de los simios ladrones y
se perdió por entre los arbustos, rodeado de gran
estrépito. Sin perdida de tiempo, la pelirroja se in‐
corporó con agilidad y echó a correr tras él.
—Me parece que estaban demostrando algo —
dijo Denise sin prestar atención a lo que decía.
Jugueteaba con un rizo de su propio peto que
caía entre sus pechos, lo paseaba alrededor de los
pezones, como diciéndose que a partir de ahora ésa
sería vestidura suficiente para ella. Austin apartó
los ojos con premura y con rapidez transformó la
instintiva reacción en un detenido examen de la
rampa de acceso, por si algún animal estuviese sa‐
queando furtivamente la bodega. Pero no ocurría
nada por el estilo.
La mujer de pelo negro cuya voz era una can‐
ción acudió en ayuda de Denise y le arregló el ca‐
bello dándole las más variadas caídas, por la es‐
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