Page 77 - El Jardin De Las Delicias - Ian Watson
P. 77
una hembra de color pardo) se abrió paso; parecía
tenerle más querencia a la madre, mientras el pato
corría al estanque para darse un chapuzón.
—¿Desde cuándo las gallinas incuban patos? —
se asombró Denise.
—Patitos —la corrigió Jerónimo—. Reconozco
que presenta el plumaje de adulto, pero... ¡Ya ve‐
réis cuando hayan crecido!
—¡Imposible!
—Por lo que parece, la madre Clueca opina lo
mismo. Está todavía..., presa de lo que es. Pero sus
crías ya no. El pato es un ave de conocimiento su‐
perior, ¿comprendéis? Se va derecho al agua. En
cambio, la capacidad de su hermana, por ahora, no
pasa de conocer lo que es el agua.
—Pero...
—¡Ah, Denise! Es mejor que des crédito a tus
ojos. Aquí no ha habido nadie que, aprovechando
una distracción, le cambiase los huevos a la madre
Clueca. Las cosas realmente se transforman de
unas en otras.
—Pero...
—Es Él —dijo Jerónimo, con un ademán de en‐
tendido Él es el agente transformador. Por supues‐
to, también depende en gran parte de la disposi‐
ción de lo qué o de quién se deba transformar. Has‐
ta el sino de un pato tiene su importancia. Como
77

