Page 150 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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Los ojos de Steve brillaron como antaño.
—¡Claro que sí! Pero…
—Pero ¿qué?
—Debo siete mil créditos. Siguen empeorando
las cosas para mí. Esa jugada que me has visto ga‐
nar esta noche es la primera que he hecho en tres
días. Sigo siendo jugador de tercera categoría, pese
a los nueve años que llevo en el oficio. Todos no
podemos ser tan diestros como Hawkes. Y ¿qué
otra profesión puedo ejercer yo en un mundo su‐
perpoblado y hostil como éste?
Pensó Alan que siete mil créditos era lo que ga‐
naba Hawkes en una semana. Steve no podría
pagar esa deuda en toda su vida.
—¿A quién debes ese dinero? — preguntó Haw‐
kes de repente.
Steve miró al jugador.
—Al Sindicato Bryson y a Lome Hollis. Mayor
cantidad al Sindicato. El Sindicato me hace vigilar
por un individuo que me sigue adondequiera que
voy. Ahora mismo está en esta taberna, allá abajo.
Si vieran que me acercaba al Recinto, me exigirían
la devolución inmediata del dinero. No se puede
jugar con ese Sindicato.
Hawkes quiso tantear al infeliz y dijo:
—Supón que alguien pagara esa deuda por ti…
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