Page 152 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
P. 152
ocupéis de mí.
—Escucha, Steve…
El puntapié que le dio Hawkes hizo callar a
Alan. El joven miró al tahúr con curiosidad.
—Esto es cosa resuelta, a lo que veo —terció
Hawkes—. Si se quiere quedar, no se le puede
obligar a que no se quede.
—Tengo que quedarme en la Tierra —respondió
Steve—. Y ahora he de volver a la casa de juego. No
puede permitirse el lujo de estar aquí más tiempo
quien tiene deudas.
—Naturalmente que no —dijo Hawkes—. Pero,
antes de irte, quisiera que echáramos otro trago.
Convido yo. Sentiría que me hicieses un desprecio.
—Eso nunca — contestó Steve, sonriendo.
Steve hizo ademán de llamar al tabernero. No se
lo consintió Hawkes.
—Es viejo y está cansado. Iré yo al mostrador.
Y levantándose de la silla, sin dar tiempo a Steve
a protestar, el tahúr se dirigió al mostrador.
Alan seguía mirando a su hermano. Le inspiraba
lástima Steve. No había tenido suerte el pobre.
Había pagado muy cara la libertad con que soñaba
a bordo. Y ¿podía llamar libertad a estar trabajando
en un garito, en un planeta tan pequeño e inmundo
como la Tierra para ganar dinero con que pagar sus
151

