Page 47 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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tes de la Valhalla que no sería levantada la cuaren‐
tena hasta después de haber sido reconocidos todos
ellos. Era un trabajo lento que duraría hasta la
mañana siguiente.
—Es una medida de precaución —dijo el galeno,
como disculpándose, al entrar en el cuarto de Alan,
con la cabeza metida en el casco espacial—.
Estamos muy escarmentados con lo que pasó cuan‐
do vinieron de Altair aquellos navegantes portado‐
res de una enfermedad desconocida.
El médico sacó una pequeña cámara y enfocó
con ella a Alan. Apretó un botón y salió de la má‐
quina como un zumbido raro. Alan notó un calor
no menos raro en su cuerpo.
—Perdone la molestia, pero he de cumplir con
mi obligación — dijo de nuevo el doctor en son de
disculpa.
Accionó una palanca que tenía en su parte pos‐
terior la cámara. Inmediatamente cesaron los
zumbidos de la maquina, y por uno de los lados de
ésta fue saliendo, desenrollándose, una cinta. El
médico la examinó.
—¿Me encuentra usted algo? — preguntó Alan
con ansiedad.
—Nada de particular. Pero tiene usted cariada la
muela del juicio de la mandíbula superior derecha.
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