Page 42 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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tuvo en equilibrio por un momento y luego voló en
dirección norte, hacia el Recinto.
—¿Por qué has dado contraorden, papá?
—Porque quiero que vengas conmigo en un he‐
licóptero biplaza. Kandin ocupa tu puesto en el
número uno.
Ordenó luego el capitán:
—¡Ocupad el número dos!
Los hombres lo hicieron así. Un momento des‐
pués hacía señas el piloto de que el helicóptero es‐
taba lleno. Partió el aparato. Alan, viendo que él
saldría el último, quiso aprovechar el tiempo y se
ocupó en impedir que se alejaran los niños de los
tripulantes.
Ya no quedaban en el campo más que Alan y su
padre. Tenían detrás de ellos el pequeño heli‐
cóptero de dos plazas y la gigantesca y brillante
Valhalla.
—Vámonos ya — dijo el capitán.
Subieron al aparato. Alan se ató con la correa en
el asiento del copiloto; su padre se sentó detrás de
los mandos.
—No te he visto mucho estos últimos días —dijo
el capitán cuando ya habían tomado altura—. Para
gobernar la Valhalla son pocas las veinticuatro horas
del día.
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