Page 443 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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comida por el óxido, pero con fácil acceso al
compartimento de pasajeros (bueno, casi; tuvo que
apartar la tapicería en un viaje anterior). Volvió la
cabeza y miró hacia atrás mientras estiraba los sacos
de dormir sobre los asientos rasgados. Empezó a
decir algo, pero tuvo que aclararse la garganta antes.
Tenía una sensación rara de sequedad que no podía
quitarse de encima. Habría jurado que era sed, pero
era comida lo que le faltaba, no agua. Se aclaró de
nuevo la garganta.
—Oye —dijo en sko‐ensk—. ¿Estás bien?
Laurian estaba de pie a unos pasos de ella, con la
vista puesta en el sol poniente. Normalmente no
hablaba mucho, pero aquel era un silencio diferente.
Jane dejó los sacos de dormir y fue hasta él.
—Oye —dijo. No le tocó. Cometió aquel error poco
después de que abandonaran la fábrica. Le puso una
mano en el hombro a modo de felicitación cuando
estuvieron fuera de la vista, pero fue suficiente para
que él diera un salto y se quedara sin aliento. Jane no
tuvo que preguntar el motivo. También había estado
mucho tiempo sola.
Laurian siguió con la mirada en el horizonte.
—R‐re… recue…
Jane reflexionó.
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