Page 439 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
P. 439

SIDRA



           EL mercado de la superficie era tan abrumador como


           siempre,  pero  Sidra  sintió  que  ahora  era  capaz  de


           cruzarlo con un poco más de valentía. Esta vez no


           tenía que apartarse acobardada de los extraños. En


           esta ocasión estaba preparada.



           —¿Seguro que estás bien? —Tak la vigilaba de cerca


           desde  que  habían  salido  del  estudio.  No  era


           necesario, pero agradecía la intención.



           Sidra empezó a decir las palabras «estoy bien», pero


           se le ocurrió otra posible respuesta, una mucho más


           tentadora:




           —No me siento diferente. —Sus circuitos zumbaron


           de alegría. No era cierto. No era verdad. Sentía una


           diferencia en ella; una no muy grande, pero la sentía.


           «No me siento diferente» era una forma coloquial y


           agradable de tranquilizar a alguien, pero una hora


           antes no habría sido capaz de verbalizarlo.



           Evitó que el kit diera saltitos de alegría.



           Un escaparate le llamó la atención.



           —Quiero  ir  ahí  —dijo,  y  cambió  de  dirección


           bruscamente.









                                                                                                            439
   434   435   436   437   438   439   440   441   442   443   444