Page 441 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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Tak parecía incómodo. Centelleó débilmente a modo
de asentimiento.
—Has venido al lugar adecuado —dijo el
vendedor—. Necesito más detalles sobre tu
presupuesto y las especies presentes en tu
tripulación, y revisaremos las opciones…
—Ay, no, mira qué hora es —exclamó Sidra,
desviando la mirada al escrib—. Lo siento mucho.
Acabo de recordar que tengo una cita en las granjas
de algas. Ya volveremos. —Agarró a Tak de la mano
y salió de la tienda; el vendedor se quedó perplejo.
Sidra se sintió un poco mal, pero no logró evitar que
se le notara el deleite. Salió de la tienda y estalló en
carcajadas.
—¡Vaya! —dijo; se sentó en un banco cercano y se
abrazó las costillas. Esperaba que el vendedor no la
escuchara; lo que había hecho no había sido para
nada amable—. Lo… lo siento, tenía que… Ay,
estrellas—. Pateó en el suelo, feliz.
—Me alegra que te hayas divertido —dijo Tak.
—Lo siento —replicó Sidra, intentando controlarse—
. Lo siento, es que… ¡Nada de lo que dije era cierto!
—Soy consciente. —Tak empezó a reír él también, el
tipo de risa que nace de la risa de otra persona—.
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