Page 445 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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Él asintió, luego señaló al mecanismo de cierre.



           —El  cerrojo.  La  puerta  estaba…  ¿cerrada?  Estaba


           abierta. —Pensó—. ¿Podías irte cuando quisieras?



           Laurian se encogió de hombros y asintió.



           Jane reflexionó en aquello. Comprendió. «Si quieres


           marcharte,  no  hay  problema  —venían  a  decir  los


           mejorados—, pero mira fuera. Mira por las ventanas.


           ¿Ir  adónde?  Al  menos  nosotros  te  mantendremos


           alimentado. Te daremos una cama». Era un método


           para evitar que alguien huyera, combinado con una


           capa adicional de «en realidad nos da igual, adelante,


           muérete  de  hambre  ahí  fuera,  eres  sustituible».


           Estrellas, cómo los odiaba.



           —¿Alguien  más,  cualquiera  de  los  monitores,  se


           marchó en alguna ocasión?




           Laurian asintió. Alzó un dedo.



           —¿Una vez?



           Asintió otra vez.



           Jane se preguntó adónde había ido. ¿Vivía ahí fuera,


           como  ella?  ¿O  los  perros  y  el  frío  y  el  hambre  ela


           convirtieron en una pila de huesos?



           —Vamos —dijo; se arrastró al interior de la fragata.


           El  aire  ya  empezaba  a  ser  gélido,  y  no  tendrían










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