Page 460 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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—Sí. Te lo prometo; no tienes que preocuparte.
Luego te lo explico.
Pepper apoyó la frente en la ventana lateral y cerró
los ojos. El silencio inundó la cápsula. Pasó un
segundo. Dos. Cinco. Diez.
Tak se inclinó hacia delante y asomó la cabeza entre
los asientos delanteros.
—Sería fenomenal —dijo—, que alguien me dijera
qué está pasando.
JANE, DIECINUEVE AÑOS
LAURIAN se sentó en la silla de la derecha y se
apretó el cinturón de seguridad. Jane lo observó:
estaba nervioso, no las tenía todas consigo, pero
estaba dispuesto a seguirla. En otras circunstancias
se habría preguntado qué motivo lo había llevado
allí. No sabía qué estaba haciendo, ni la menor idea,
y existía la posibilidad de que estallaran o se
produjera una descompresión o murieran de una
docena de formas horribles en los siguientes tres
minutos. Pero en comparación con el lugar de donde
lo había sacado… Sí; aquella era una opción más
apetecible.
Jane se aseguró en el asiento oscilante. Lechuza había
planeado el despegue y había trazado la trayectoria
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