Page 456 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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Tienes que comprobarlo con mucha atención. Fíjate
bien varias veces, para asegurarte. ¿Vale?
Laurian sonrió, asintió y se dirigió a la sala del motor.
Jane miró a Lechuza como queriendo decir «vale, ya
está hecho». Desvió la mirada hacia el estasis, lleno
de comida que no podía comer. Era una estupidez,
pero en aquel instante, la idea de abandonar el plan,
meterse perro y setas entre pecho y espalda hasta que
no pudiera comer más y quedarse en el vertedero
para siempre no le parecía una alternativa muy
horrible.
—¿Está la calefacción puesta? —preguntó Jane,
intentando por todos los medios no hacer caso de los
rugidos de su tripa. La mitad inferior de su torso
estaba grande, algo raro si lo comparaba con el resto
del cuerpo. No sabía a qué se debía, ya que no tenía
apenas comida dentro.
—Sí —dijo Lechuza—. ¿Tienes frío?
—No —dijo Jane, arrebujándose todavía más en la
manta mientras recorría la sala de control. Se
acomodó en el asiento del piloto—. ¿Cómo estás tú?
Lechuza apareció en la consola central.
—No sé cómo responderte a eso. Me cuesta
sintetizarlo todo en una sola frase.
Jane accionó interruptores. La consola zumbó.
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