Page 176 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 176
Scott se precipitó alrededor de la casa a oscuras
y atravesó el patio. Había una verja. El pánico se
adueñó de él. Sabía que no podía detenerse.
Corriendo todo lo que pudo saltó por encima de
ella, tratando de agarrarse a la parte superior.
Empezó a encaramarse, resbaló, volvió a trepar.
—¡Estás perdido!
Un escalofrío de terror le bajó por la espalda al
sentir que unas manos le agarraban el pie derecho.
Giró la cabeza y vio al muchacho de la gorra
tratando de hacerle bajar.
Un grito de exasperación se escapó de su
garganta. Lanzó el otro pie hacia atrás y lo descargó
sobre el rostro del muchacho. Con un alarido, el
muchacho le soltó, llevándose las manos a la cara.
Scott acabó de encaramarse a la verja y saltó al otro
lado. Sintió un insoportable dolor en el tobillo.
No podía detenerse. Levantándose con un
gemido, siguió su carrera, cojeando. Oyó que los
dos muchachos llegaban junto a su amigo.
Siguió corriendo hasta desembocar en la
próxima calle. Allí, al encontrar abierta la puerta de
un sótano, bajó a toda prisa los altos escalones, se
volvió y cerró de golpe. La puerta se precipitó sobre
su cabeza y le lanzó contra una pared de frío
cemento. Buscó desesperadamente un lugar donde
agarrarse mientras rodaba por las escaleras y
176

