Page 268 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 268

—Yo no… —en sus ojos apareció una chispa de


            angustia—. Nunca me había considerado digna de


            lástima.


                   —Oh, lo siento, lo siento muchísimo —dijo él—


            .  No  era  mi  intención…  —pareció  arrepentido—.


            Me  he  vuelto  muy  mordaz.  He  estado  muy  solo,


            Clarice.  Una  vez  que  alcancé  una  determinada



            estatura,  me  encontré  completamente  solo  —


            acarició  con  dulzura  la  mano  que  tenía  entre  las


            suyas—. Por eso me siento tan atraído hacia ti; por


            eso…


                   —¡Scott!


                   Se abrazaron nuevamente, y él oyó los fuertes


            latidos del corazón de ella junto a su pecho.


                   —Sí,  has  estado  muy  solo  —dijo  la  mujer—,


            tremendamente  solo.  Yo  he  tenido  a  otros  como



            yo…  como  nosotros.  Incluso  estuve  casada  —su


            voz se convirtió en un murmullo—. Estuve a punto


            de tener un niño.


                   —¡Oh!, yo…


                   —No,  no  digas  nada  —rogó  ella—.  Ha  sido


            mucho más fácil para mí. Yo he sido así toda mi


            vida. He tenido tiempo para adaptarme.



                   Se estremeció de pies a cabeza y dijo, no pudo


            evitarlo:


                   —Algún día serás un gigante para mí.


                   —¡Oh!, querido —acercó el rostro de Scott a su






                                                                                                          268
   263   264   265   266   267   268   269   270   271   272   273