Page 278 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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Incluso esta mujer llegará a ser como… Bien, estará
fuera de mi alcance. Pero ahora, Lou, ella es la
compañía, el afecto y… y el amor. ¡Sí, el amor! No
lo niego, no puedo evitarlo. Es posible que yo sea
un monstruo, pero sigo necesitando amor y sigo
necesitando… —suspiró profundamente—. Una
noche —dijo—. Eso es todo lo que pido. Una noche.
Si tú estuvieras en mi lugar y tuvieses la
oportunidad de pasar una noche de paz, te
aconsejaría que la aprovecharas. Lo haría.
Bajó la mirada.
—Tiene un remolque —explicó—. Puedo
sentarme en el sofá y los sillones; son de mi
medida… ―alzó ligeramente los ojos. —Sólo
sentarme en un sillón como si fuera un hombre, y
no un… —suspiró—. Sólo eso, Lou. Sólo eso.
Finalmente se decidió a mirarla, pero hasta que
pasó un coche y sus faros iluminaron su rostro, no
vio las lágrimas que corrían por sus mejillas.
—¡Lou!
Ella no pudo decir nada. Se mordió un puño,
con el cuerpo convulsionado por silenciosos
sollozos. Luchó para dominarse. Suspiró
profundamente y se secó las lágrimas mientras él
permanecía a su lado, sin apartar la vista de ella a
pesar del dolor que le ocasionaba el levantar tanto
la cabeza.
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