Page 283 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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es que nunca lo había admitido. Tenía tanto miedo
de averiguar que mi caso era incurable, que incluso
hubo una vez en que abandoné a los médicos.
Expliqué que era por el dinero, pero mentía; ahora
lo sé. Era porque estaba aterrorizado ante la
posibilidad de saberlo.
Siguió acostado en aquel lecho, mirando a la
lejanía, con las manitas de Clarice sobre el pecho y
sus ojos fijos en él.
—Bueno, lo acepto —dijo finalmente él—. Lo
acepto, y no volveré a rebelarme contra el destino.
No volveré a odiar —se volvió repentinamente
hacia ella—. ¿Sabes lo que voy a hacer? —le
preguntó, casi con excitación.
—¿Qué, cariño?
Su sonrisa fue rápida, casi infantil.
—Voy a escribir sobre ello —dijo—. Voy a
seguirme a mí mismo hasta donde pueda. Voy a
explicar todo lo que me ha sucedido, y todo lo que
me sucederá. Es algo extraño; voy a considerar todo
esto como algo extraño… como algo de valor
potencial, no sólo como una maldición. Voy a
estudiarlo —dijo—. Voy a desmenuzarlo, para ver
todo lo que haya por ver. Voy a vivir con este peso
a cuestas…, y voy a salir victorioso. Y no tendré
miedo. No tendré miedo.
Terminó el pedazo de galleta y abrió los ojos.
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