Page 935 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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habían bajado a tierra—. Finalmente sacó de su dolor al

           hombre herido . No creo que Janne lo dejase así a propósito.


           Simplemente  se  olvidó.  Everard  volvió  a  una  altitud  de

           quince  metros  y  esperó.  Por  medio  del  escáner  y  el

           amplificador siguió lo que sucedía debajo.



                 Edh se sentó. Tenía la mirada perdida, pero se agarró


           la falda y se la puso por encima de las caderas marcadas.

           Atado como un cerdo, Heidhin se acercaba a ella.



                 —Edh, Edh —gemía. Se detuvo cuando el cronociclo

           se situó entre ellos—. Oh, diosa, vengadora…



                 Floris desmontó y se arrodilló al lado de Edh. Abrazó


           a la muchacha.



                 —Ya  ha  pasado,  cariño  —sollozó—.  Todo  irá  bien.

           Algo así, nunca mas. Eres libre.



                 —Niaerdh —oyó—. Madre de todos, has venido.



                 —No  tiene  sentido  negar  tu  divinidad  —gruñó

           Everard en el receptor de Floris—. Sal de ahí antes de que


           compliques aún más las cosas.



                 —No —contestó la mujer—. No lo entiendes. Tengo

           que darle el poco consuelo del que sea capaz.



                 Everard permaneció mudo. Los marineros del canal


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