Page 996 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
P. 996

20







                 —Acabo de recibir tu carta —le había dicho Floris por


           teléfono—. Oh, sí, Manse, ven tan pronto como puedas.



                 Everard no había malgastado el tiempo tomando un

           avión.  Se  metió  el  pasaporte  en  un  bolsillo  y  saltó

           directamente  desde  la  oficina  de  la  Patrulla  en  Nueva


           York a la de Ámsterdam. Allí consiguió algo de dinero

           holandés y cogió un taxi hasta su casa.



                 Cuando entraron en el apartamento y se abrazaron, el

           beso  de  ella  fue  más  cariñoso  que  apasionado  y  acabó

           pronto. Él no estaba seguro de si eso le sorprendía o no,


           de si estaba decepcionado o aliviado.



                 —Bienvenido,  bienvenido  —le  dijo  al  oído—.  Ha

           pasado  mucho  tiempo.  —Pero  el  cuerpo  apenas

           presionaba contra él y pronto se apartó. El pulso empezó

           a ir más despacio.




                 —Tienes tan buen aspecto como siempre —dijo.



                 Era  cierto.  Un  corto  vestido  negro  realzaba  la  alta

           figura y destacaba las trenzas ámbar. La única joya era un

           broche en forma de pájaro del trueno de plata sobre el

           pecho izquierdo. ¿En su honor?

                                                                                                         996
   991   992   993   994   995   996   997   998   999   1000   1001