Page 994 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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cansancio, la alegría ardía en su interior, porque sabía que
si seguía la línea de la costa hacia el sur llegaría a una
aldea de pescadores donde tenia parientes.
En la playa se detuvo asombrado. Una nave yacía
entre las sombras, varada por la tormenta, sin vela e
incapaz de volver al mar, aunque no destrozada. La
tripulación había sobrevivido. Estaban sentados,
desesperados, puesto que eran extranjeros que nada
sabían de esa costa. Gutherius fue hacia ellos y descubrió
la gravedad de su situación. Por señas les indicó que él
podía ser su guía. Le dieron de comer y dejaron algunos
hombres de guardia mientras que otros lo acompañaron
con raciones.
De esa forma se ganó Gutherius la recompensan que
le había sido prometida: porque el barco llevaba una rica
carga y el procurador decidió que al que había salvado a
la tripulación le correspondía una parte justa. Gutherius
pensó que la vieja mujer debía de haber sido la
mismísima Nehalennia.
Al ser la diosa de los barcos y el comercio, él invirtió
sus ganancias en una nave que hacía viajes a Britania.
Siempre disfrutó de buen tiempo y viento seguro,
mientras que las mercancías que transportaba siempre
obtuvieron grandes precios. Gutherius se convirtió en un
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