Page 42 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad                           Philip K. Dick   42


              ‐Habrás  observado ‐dijo  Carol‐  que  Yancy,  en  sus

           discursos  del  mes  de  febrero,  al  emplear  la  expresión


           francesa coup de grâce, pronunció esta última palabra gras.

           Y en marzo pronunció la misma frase... ‐sacó del armarito

           de puertas de acero un diagrama con anotaciones, que se


           puso a consultar‐. Eso es. El 12 de marzo, la pronunció cu

           de grah. Y luego, en abril, exactamente el 15, volvió a decir

           gras.


              Dirigió una viva mirada de reojo a Nicholas.

              Este se encogió de hombros, cansado y molesto.

              ‐Oye, Carol, ahora no estoy para esas cosas; lo único que


           quiero es acostarme. Ya hablaremos de ello en cualquier

           otro mo...


              ‐Luego ‐le atajó Carol, inflexible‐, el 3 de mayo volvió a

           emplear este término en uno de sus discursos. Fue aquel

           discurso  memorable  en  el  que  nos  comunicó  la  total


           destrucción  de  Leningrado  por  nuestras  fuerzas... ‐

           Levantó la mirada de su diagrama‐. Aquí volvió a decir


           cu de grah. Sin la S. Como lo pronunciaba antes.

              Volvió a guardar sus notas en el armarito y acto seguido

           lo cerró con llave. El observó que no sólo lo hacía con una


           llave corriente de metal, sino mediante una presión con la

           yema  de  sus  dedos.  Aunque  alguien  se  hiciera  con  un

           duplicado de la llave, o con la auténtica, no podría abrir


           el armarito, al no tener sus huellas dactilares. Sólo ella

           podía abrirlo.

              ‐¿Adónde quieres ir a parar?




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