Page 127 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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pero verlos en carne y hueso era diferente. Ohan
tenían un cuerpo delgaducho con cuatro
extremidades, pies anchos e inquietantes dedos
largos. Él… Ellos caminaban a cuatro patas, con la
espalda arqueada, de forma parecida a los vídeos que
Rosemary había visto sobre los primates de la Tierra.
Ohan estaban cubiertos desde la cabeza hasta las uñas
de los pies con un denso pelo azul hielo, corto y
rapado decorativamente con diseños fractales que
revelaban debajo la piel gris carbón. Tenían enormes
ojos, con largas pestañas, y claramente húmedos
(Rosemary había leído la noche anterior que los
conductos lacrimógenos hiperactivos eran uno de los
muchos síntomas del virus de los sianat). Sus rostros
peludos parecían relajados, casi drogados, apariencia
que corroboraban los hombros flácidos y la lentitud
de los movimientos. Vestían túnicas, más o menos,
una prenda cómoda tan simple en diseño que parecía
hecha al descuido. Rosemary sabía que era injusto
juzgar a otros sapientes por las normas sociales
humanas, pero Ohan daban la impresión de un
estudiante universitario colocado que llega tarde a
clase vestido solo con un albornoz. Se recordó a sí
misma que aquel estudiante universitario colocado
podía superar a una IA en física interdimensional.
—Ahí está la otra mitad de mi equipo —anunció
Sissix con una sonrisa amistosa—. Este debería ser
uno divertido, ¿mmm?
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