Page 319 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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largo cabello rizado era tan salvaje como el de Oso, y
su rostro mostraba dureza sin dejar de ser hermoso.
Tenía brazos tonificados y musculados, y la piel
oscurecida por el sol. Ashby no estaba seguro de que
él hubiera estado alguna vez tan en forma.
La criatura, por otro lado, era silenciosa y aterradora.
Le recordaba a Ashby a un saltamontes, si los
saltamontes tuvieran fauces repletas de agujas y
protuberancias de aspecto feroz en el lomo. Capas y
capas de alas de bordes afilados yacían en una pila
desordenada. Tenía las patas contorsionadas y rotas,
algunas se retorcían hacia dentro en ángulos de rigor
mortis. Los finos pelos alrededor de la boca y bajo el
abdomen provocaron que Ashby se echara a temblar
más que por cualquier otra cosa. El saco parecido a
una almohada bajo la mandíbula no goteaba
exactamente, como había dicho Ember; mas bien
parecía supurar a cámara lenta. Pegajoso, aceitoso,
una mugre verde de olor acre que formaba un charco
alrededor de la cabeza de aquella criatura de
pesadilla.
—¿Habéis visto a este cabronazo? —dijo con
entusiasmo Ember—. ¡Es tan grande como yo! —Miró
alrededor—. Y hola, gente nueva. Os daría la mano,
pero, eh… —Alzó una mano enguantada. Estaba
pringada de algo verde.
—Hala —exclamó Sissix. Se puso en cuclillas para
mirar más de cerca, dando sorbos a su gaseosa. No
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