Page 441 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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nubes arremolinadas parecían imágenes fantasmales
contra el neblinoso azul. La vista no tenía obstáculos;
ni soportes de escudos ni tráfico de lanzaderas se
cruzaban por medio. Un cielo abierto.
Habían aterrizado en Sethi, una pequeña comunidad
en la región desértica occidental de Hashkath. Bueno,
Sissix lo había llamado desierto. No era como
ninguno que Rosemary hubiera visto antes. Marte era
desértico, estéril y reseco. Los jardines y las plazas
verdes eran construcciones cubiertas por cúpulas de
hábitat, alimentadas con agua reciclada. Pero allí, la
tierra estaba viva, repleta de hierba descuidada y
árboles retorcidos que se extendían desde el terreno
llano donde habían aterrizado hasta las montañas
angulares que cubrían el horizonte. Y también había
flores; flores por todas partes. No como las
exuberantes y frondosas altergenes de los
invernaderos de su antiguo hogar o las elegantes
vides que trepaban por el jardín de Doctor Chef. Estas
eran flores salvajes que brotaban triunfantes de la
tierra gris, creciendo enmarañadas y a ras en grupos
naranjas, amarillos y morados. Los árboles se
enroscaban por encima, cubiertos de espinas y
racimos de bayas. Más arriba crecían más espesos en
una larga línea, una franja verde que insinuaba la
presencia de una corriente de agua oculta.
Tras la franja estaba la comunidad, un desordenado
grupo de viviendas con forma de cápsula pegadas al
suelo. Había suficiente espacio entre ellas para que las
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