Page 593 - Limbo - Bernard Wolfe
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en piedra, en una masa apergaminada que se
desmorona y cruje cuando es golpeada pero que
nunca cede por completo... Un lugar donde la
materia está tan completamente desprovista de
sus jugos que sus tejidos se han endurecido hasta
convertirse en un calcio y una sal petrificados.
Y Martine vio que había una parábola en toda
aquella escena... si uno deseaba aceptarla
personalmente. Esta era la respuesta a las
contradicciones de la Naturaleza y a su salvaje
exceso protoplásmico llamado hombre... muerte,
petrificación. Poco había allí que no fuera
auténtica inercia, inmutable tranquilidad, paz
indivisible. Era algo que no podía cambiarse. Este,
y sólo este, era el único medio de resolver la
tensión entre la montaña y el océano, y dentro de
cada montaña y de cada océano: desnudar hasta
el esqueleto. Porque era esta crujiente polaridad
lo que infundía fecundidad a la piel de la tierra y
a la carne de la criatura viva, que transpiraba vida
al suelo y a la carne, que servía de motor a sus
pulsaciones, y cada célula contenía una mezcla
compuesta de Eros y Thanatos; su núcleo era la
ambivalencia, y su chispa la tensión. Y el Immob,
como la Mandunga, habían aparecido porque la
gente olvidó que todas las parejas bélicas estaban
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