Page 601 - Limbo - Bernard Wolfe
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de que la encorvada del cabello grisáceo era
bastante vieja, mientras que la alta y más esbelta
era considerablemente mucho más joven, podían
ser madre e hija. Dentro de la casa, pudo ver,
varios Pro estaban agrupados en torno a una meja
de ping‐pong: aparentemente aquélla era una
casa de reposo tanto para Pro como para Anti.
Mientras las mujeres hablaban y se afanaban
sobre el muchacho, Martine estudió los rostros de
los otros. Parecían no prestar ninguna atención a
la conversación, la mayoría de ellos estaban
despiertos pero sus ojos estaban vacíos, fijos en el
techo. Excepto las voces murmuradas de las
mujeres y el eliqueteo en la mesa de ping‐pong
dentro, el lugar parecía tan tranquilo como una
casa de muñecas. Sólo el parpadeo de los
desenfocados ojos en los cochecitos
proporcionaba un toque de animación. Alguien
en el interior conectó una radio: la voz de Bessie
Smith, cantando «Empty Bed Blues».
El viejo Ubu debería ver la escena en este
poche, pensó Martine: se pondría verde de
envidia. Aquí estaba el cementerio del tono. Esos
jóvenes guerreros habían arrojado sus lanzas y
sus bolos para siempre. Podrían alzar sus voces,
nunca sus puños.
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