Page 602 - Limbo - Bernard Wolfe
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En  aquel  momento  precisamente,  el  amp



            oculto  por  la  mujer  estaba  alzando  la  voz,  y


            enfáticamente.


                  —Estáis perdiendo el tiempo —exclamó—. Os


                  dije que voy a ir, y voy a ir.



                  —¿Por qué tú? —dijo amargamente la mujer


                  más joven¿Por qué siempre tienes que ser


            tú?



                  Al sonido de su voz, los hombros de


                  Martine se crisparon, el tono de censura hizo


            rechinar sus dientes.


                  —Sabéis perfectamente bien por qué —dijo el



            amp,  con  la  infinita  condescendencia  de  un


            profesor  explicándole  la  suma  a  un  alumno


            torpe—. Sabéis que tengo responsabilidades que


            no tienen los demás. Debo ser el primero.


                  —¿Y qué conseguirás con ello? —continuó la


            mujer—.  Ir  de  escaparate  de  almacén  en



            escaparate de almacén, por el amor de Dios; es


            indigno.


                  —Si la gente quiere verte —añadió la


                  mujer más vieja—, puede venir aquí.



                  Su voz era aguda y triste. Martine


                  sintió un nudo en su garganta.


                  —Esa no es la cuestión —dijo


                  malhumoradamente el muchacho—, y

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