Page 620 - Limbo - Bernard Wolfe
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—miró automáticamente hacia el colgador de la



            esquina para ver sí su guante de catcher estaba


            allí: estaba—, se puso los zapatos, salió al pasillo,


            y bajó sigilosamente las escaleras que conocía tan


            bien. Nadie por los alrededores.



                  Afuera             al        desierto             jardín,            un         lugar


            completamente  oscuro  excepto  por  la  luz  de  la


            cocina.  A  través  de  la  puerta,  ligeramente


            tambaleante  pero  sintiéndose  bien.  Fuera  de


            nuevo  al  aire  libre,  emergido  por  fin  a  la


            superficie.  Temereso  de  que  si  no  se  alejaba


            rápidamente de allí volvería a entrar corriendo en


            la casa, encontraría a las dos mujeres, se arrojaría


            a  sus  pies  y  se  lo  contaría  todo,  suplicando  su



            perdón.


                  Los pecados de los padres. Volvió al coche sin


            problemas,  nadie  lo  vio.  Los  pecados  de  los


            padres.  Neen  lo  había  esquematizado  de  ese



            modo, pero había necesitado a su propio hijo para


            que este esquema cobrara vida. Los pecados de


            los padres. La frase rebotaba en su mente una y


            otra vez mientras, puramente por reflejo, ponía en


            marcha el coche y lo conducía a través de la calle


            principal y luego a través del desierto centro de la


            ciudad. Los pecados de los padres... en esas cinco


            palabras había más enfermedad de la que nunca



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