Page 211 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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Moseby se echó a reír.




                  —No, no los escribo por eso.




                  —¿Entonces,  por  qué?  —Jijingi  sabía  que  no  lo


           hacía  con  la  intención  de  que  los  leyesen  los


           habitantes  de  otras  tierras  lejanas,  porque  a  veces


           llegaban mensajeros a la aldea para entregarle papel


           a  Moseby,  y  cuando  se  marchaban  este  nunca  les



           pedía que se llevaran sus sermones con ellos.



                  —Apunto las palabras para que no se me olvide lo



           que quiero decir mientras pronuncio el sermón.




                  —¿Cómo se te podría olvidar lo que quieres decir?


           Ahora  mismo  estamos  hablando,  y  ni  tú  ni  yo


           necesitamos ningún papel para hacerlo.




                  —Un  sermón  no  es  lo  mismo  que  una


           conversación.  —Moseby  se  quedó  pensativo—.  Me


           gusta cerciorarme de que pronuncio mis sermones de


           la mejor manera posible. Aunque no se me olvide lo


           que quiero decir, se me podría olvidar cuál es la forma


           más adecuada de decirlo. Si lo apunto, me evito esa



           preocupación. Pero poner las palabras por escrito no


           solo  sirve  para  ayudarme  a  recordar.  También  me


           ayuda a reflexionar.




                  —¿Escribir te ayuda a reflexionar? ¿Cómo?






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