Page 226 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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además de que solo recibió 6 £.




                  Sabe  solicitó  testigos  por  ambas  partes.  Anongo


           los tiene, según sus propias palabras, pero están de


           viaje. Umem llamó a un testigo, el cual juró decir la


           verdad y declaró que él mismo había contado las 11 £



           que Umem le entregó a Anongo.



                  Sabe le pide a Girgi que vuelva con su marido y se



           comporte como una buena esposa, pero ella dice que


           ya  está  harta  de  él.  Sabe  le  instruye  a  Anongo  que


           reembolse las 11 £ a Umem en dos plazos, el primero


           dentro  de  tres  meses,  cuando  pueda  vender  sus


           cosechas. Anongo expresa su conformidad.









                  Tras  dirimir  aquel  contencioso,  el  último  de  la


           jornada, Sabe estaba visiblemente cansado.




                  —Vender hortalizas para devolver el pago de una


           novia  —dijo  más  tarde,  sacudiendo  la  cabeza—.


           Cuando yo era pequeño estas cosas no pasaban.




                  Jijingi  sabía  a  qué  se  refería.  En  el  pasado,


           contaban  los  ancianos,  los  artículos  que  se



           intercambiaban eran de la misma naturaleza: si uno


           quería una cabra, podía conseguirla a cambio de unos


           pollos; si quería casarse con una mujer, le prometía a


           la  familia  de  la  novia  otra  de  su  misma  sangre.


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