Page 141 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Sentado en el suelo y con la espalda contra la pared,


            Joe  canturreaba.  Tenía  la  pistola  de  clavos  en  el


            regazo y la sujetaba con una mano, mientras con la


            otra recorría distraídamente su superficie de metal.


            En  la  penumbra,  un  ojo  poco  atento  habría


            confundido el aparato con una mascota.



            Pero  Joe  buscaba  paz en  el silencio  de la  cabaña,



            intentando  mantener  la  mente  vacía.  Quizá  en  lo


            más profundo sí que se sintiera como si acariciara


            un           pequeño                  gatito             mientras                 esperaba


            pacientemente al amanecer. Hubiera nieve o un día


            despejado, la luz alejaría la mayoría de las sombras


            de la noche y se sentiría con fuerzas para intentar


            llegar a la casa de algún vecino para telefonear. En



            las  tres  últimas  horas  no  había  pasado


            absolutamente nada, y eso lo ayudaba bastante a


            sentirse  arrullado  por  el  sonido  del  viento  que


            llegaba del exterior, transformado en una suerte de


            melodía discordante. No había habido alaridos, ni


            el cadáver del señor Wright se había levantado del


            suelo con los ojos blancos, velados por la muerte.




            Todo eso cambió de repente.



            Empezó  como  una  especie  de  rumor  de  fondo,


            grave  y  confuso.  Joe  tuvo  que  enmudecer,  sin


            atreverse  a  cerrar  siquiera  la  boca;  intentaba


            confirmar que estaba escuchando algo realmente.





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