Page 150 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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efecto aparente. Ninguno en absoluto. La oscuridad


            seguía allí, cimbreante y anómala, como desafiante.


            Entonces  empezó  a  avanzar,  deslizándose  por  el


            aire.



            Joe se quedó inmóvil, permitiéndose apenas un par


            de pestañeos. De alguna forma, había esperado que


            algo  así  sucediese.  Los  clavos  no  habían



            funcionado, como no habrían funcionado las balas


            de una pistola o los cartuchos de una escopeta. Lo


            había  sabido,  sí,  pero  a  pesar  de  todo  se  había


            agarrado a esa loca posibilidad porque, de alguna


            forma,  era  la  única  con  la  que  contaba.  Ahora


            comprendía  lo  equivocado  que  había  estado.  Su


            cabello  empezó  a  agitarse  como  sacudido  por  un



            secador de pelo.



            «Ya está. Seré uno de esos jodidos desaparecidos de


            cada  año,  como  dijo  Pete.  Porque  esto  es  lo  que


            pasaba:  que  Ellos  vienen  cuando  hace  frío…


            Realmente vienen y te tragan en ese agujero de mil


            pares de narices…».



            Ahora  miraba  con  fascinada  confusión  el  aura



            extraña que rodeaba aquella cosa; parecía absorber


            los colores de manera que la pared de madera y el


            suelo  se  asemejaban  a  una  fotografía  antigua  en


            blanco y negro. En la repisa de la chimenea, y sin


            que nadie lo viera, un pequeño adorno de hojalata





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