Page 192 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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—Duerme en el Pozo desde el principio de todos


            los tiempos —empezó a decir, aunque su voz tenía


            ahora un deje grave y rasposo, como el runrún de


            un  animal  que  masculla  en  las  tinieblas  de  su


            guarida—, pues el Pozo es mucho más profundo y


            antiguo de lo que ningún hombre puede imaginar.


            Sus raíces se funden con espacios y recovecos que



            escapan de la realidad que conocéis, se desdoblan,


            se escabullen. Son puertas, Joe, accesos ancestrales


            a  lugares  que  no  querrías  conocer.  Fue  excavado


            por seres que nadie conoce y que nadie recuerda,


            seres  proscritos  de  todas  las  crónicas  humanas


            aunque, en un tiempo, convivisteis con ellos.



            Joe escuchaba ahora con interés. Algo en el tono de



            voz que Herron estaba empleando le había hecho


            olvidarse  de  toda  su  confusión  y  de  su  pánico  y


            concentrarse  en  la  narración.  Era  como  un


            cuentacuentos que susurra a los niños una historia


            de miedo en una esquina de una librería un sábado


            por la tarde, cuando el sol empieza a desaparecer y


            las sombras son largas.




            —La  mayoría  de  esos  accesos,  Joe,  los  abrieron


            aquellos seres. Sabían que el lugar era propicio, del


            mismo  modo  que  un  prospector  petrolífero  sabe


            dónde  emplazar  una  torre  de  extracción.  Ignoro


            qué pretendían… Curiosidad esencial, supongo. En






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