Page 188 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
P. 188

nada  más  que  un  pozo  aciago  y  oscuro  como  la


            ausencia  de  todo  lo  demás.  Era  Pete.  Estaba


            ascendiendo  por  la  escalera  sin  usar  las  manos,


            haciendo alarde de un equilibrio imposible.



            Joe  retrocedió  un  par  de  pasos,  los  ojos  muy


            abiertos.




            —Pete —graznó.



            Cuando  estuvo  arriba,  Pete  parecía  mucho  más


            alto. Ya no era el viejo encorvado que le había traído


            un pastel de varios kilos, el mismo que pintaba las


            paredes como si se tratase de una exquisita obra de


            arte.  Incluso  sus  arrugas  parecían  más  marcadas,



            como si alguien hubiera acentuado el contraste de


            su rostro dándole el aspecto de una máscara. Era


            otro Pete, y en aquel contexto casi onírico resultaba


            incluso amenazador.



            —Joe…  —susurró  de  pronto,  con  la  boca  torcida


            por una sonrisa que era un esbozo esperpéntico—.


            Gracias, Joe. Gracias. No puedes ni imaginar lo que



            has conseguido. Siempre me gustaste, Joe, desde el


            primer momento, porque hay en ti tan poco de tu


            abuelo…  Me  emociona  ver  que  la  sangre


            privilegiada y única de aquel Harper, hijo pródigo


            de una estirpe de dragones, se ha diluido tanto que


            ha quedado en… esto.



            Herron hizo un grandilocuente gesto con la mano.



                                                                                                          187
   183   184   185   186   187   188   189   190   191   192   193