Page 260 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Joe no pudo más. Sintió la imperiosa necesidad de
salir de allí y no dudó un solo instante: había tenido
suficiente. Se giró para dirigirse hacia la puerta del
dormitorio. Había conseguido avanzar unos
cuantos pasos cuando, de repente, una intensa
ráfaga de aire helado le asaltó, silenciosa e intensa,
breve y repentina, pero tan fría que sus pulmones
se quedaron inesperadamente sin aire. Joe abrió la
boca por puro instinto, ávido de oxígeno.
Cuando la sensación de frío y falta de aire pasó, Joe
se quedó inmóvil por un par de segundos. Las
viejas palabras de Pete, ahora revestidas de
venenosa hipocresía, se encendieron de repente en
su mente: «Vienen, Joe. Vienen cuando hace frío».
El frío. El frío de la habitación, lo que acababa de
traspasarle dejándole helado e impregnado de un
olor a humedad y sitio cerrado. Joe tenía los ojos tan
abiertos como le era posible. Delante de él tenía la
puerta. Pensó en salir corriendo, bajar las escaleras
saltando los peldaños de cinco en cinco y salir al
exterior. Pero algo lo detenía. Una sensación de
peligro tan exacerbada que bloqueaba sus piernas.
Una voz grave pero aún femenina y arrastrada
brotó a su espalda.
—¿Joe?
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