Page 264 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Betsy avanzó hacia él y se agachó para acercar su


            cara a la de Joe. Allí estaba aquel rostro conocido


            poblado de pequeñas arrugas, sobre todo alrededor


            de los ojos y los labios, como si Joe acabara de caerse


            y  ella  estuviera  genuinamente  preocupada.  Casi


            parecía  a  punto  de  ofrecerle  un  trozo  de  su


            tradicional bizcocho de tres kilos.




            —Joe… ¿No podías haberte quedado en casa? Se te


            da una oportunidad ¿y la desperdicias?



            Entonces alargó la mano y agarró las solapas del


            abrigo  de  Joe,  que  se  sintió  levantado  con  una


            fuerza  espectacular.  En  pocos  segundos  estaba


            colgando en el aire, agarrándose con las manos a la


            muñeca de la señora Herron.




            —Be… Betsy.



            Betsy  inclinó  la  cabeza  a  uno  y  otro  lado,


            escudriñando atentamente los ojos de su presa.



            —Eres  débil,  Joe…  —exclamó  al  cabo—.  Puedo


            verlo desde aquí.




            —Por… favor… —suplicó Joe. La ropa tiraba de él,


            la espalda parecía arrancarle llamaradas de suplicio


            y sentía todo el vientre duro y extraño, como si ni


            siquiera fuese suyo.



            —Tenías  que  haberte  quedado  en  casa,  Joe  —



            respondió  Betsy.  Tenía  el  brazo  extendido  y




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