Page 263 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
P. 263
vientre. Betsy le había lanzado una formidable
patada contra el estómago que lo hizo elevarse
literalmente en el aire unos centímetros. La
sensación fue desgarradora, como si la mayor parte
de las vísceras fuesen a escapársele por la boca. Joe
cayó de nuevo a un lado, se encogió adoptando una
postura fetal y vomitó todo el contenido del
estómago. El dolor era indescriptible.
—Joe… —dijo Betsy, ahora con un tono suave,
conciliador. Su voz llegaba a través de los
deslumbrantes relámpagos de dolor que
atenazaban el cuerpo de Joe—. ¿Qué haces aquí,
Joe?
Joe tosió sangre. El tono de voz de la señora Herron,
cargado todavía de su antigua hospitalidad, le
estaba taladrando el cerebro.
Joe miró alrededor. ¡La pistola, necesitaba su
pistola! La había tenido con él cada maldito
momento de los últimos días, pero ahora no la veía
por ninguna parte. ¿Adónde había ido a parar? Se
le había escapado de las manos cuando fue
empujado desde el piso de arriba. Los dos grandes
trozos de madera de la mesa parecían ocultar algo
debajo, presumiblemente las patas, pero ¿y si la
pistola de clavos había ido a parar allí, de alguna
manera?
262

