Page 32 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
P. 32

«Vamos a por ello, tío. Al viejo estilo de 1800. La


            Fiebre del Oro, el Viejo Oeste, el Klondike y todo lo


            demás. ¡Yeah!».



            Se puso a andar por la casa, pero esta vez haciendo


            una lista de cosas. Cosas que necesitaba.




            Joe  gastó  doscientos  cuarenta  y  tres  dólares  con


            cincuenta  centavos  en  su  primera  compra  en


            Sulphur Creek. Cuando miró el maletero del coche,


            se  quedó  admirado  de  que  esa  cantidad  hubiera


            dado para tanto. Estaba seguro de que en Baltimore


            habría invertido al menos el doble de esa cifra para


            hacerse  con  todo  aquel  material.  Había  de  todo:


            enormes latas de barniz para madera, utensilios de


            cocina, pastillas para encender fuego, un rascador,



            un  martillo,  un  serrucho,  un  par  de  hachas  de


            diferentes tamaños, toneladas de clavos y recargas


            de  aceite  para  las  lámparas.  También  compró


            productos de limpieza variados, linternas, baterías,


            una pequeña radio, unas cuantas revistas y un libro


            de Philip K. Dick cuya portada le había parecido


            bonita.




            «Vaya,  amigo.  Con  este  nivel  de  gastos  te  puede


            salir el tiro por la culata», se dijo cuando se sentó en


            el asiento del conductor. Y aún le faltaba hacer una


            segunda  compra,  esta  vez  de  alimentos.  Sin


            embargo, estaba satisfecho y hasta ilusionado. Era





                                                                                                            31
   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37