Page 340 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
P. 340

las  plantas  más  altas,  como  si  estuvieran  en  la


            azotea de un rascacielos. Pero todo estaba mal. La


            barandilla  y  el  muro  estaban  rotos  por  muchas


            partes,  el  cielo  era  de  un  tono  anaranjado  tan


            intenso  que  dolía  mirarlo,  y  en  el  aire,  por  todas


            partes, había partículas que flotaban y se retorcían.


            El suelo estaba lleno de esas cosas. Joe se miró las



            manos;  habían  estado  apoyadas  en  el  suelo  y


            estaban  manchadas.  Supo  al  instante  de  qué  se


            trataba: eran cenizas.



            —¿Qué…? ¿Dónde estamos? —gemía Allen.



            Había otras cosas fuera de lugar. Eran los edificios.


            La  mayor  parte  parecía  en  ruinas,  con  grandes


            vigas  de  hierro  asomando  por  entre  las  fachadas



            dañadas  como  los  huesos  en  un  cadáver  en


            descomposición, pero lo peor eran las llamas. Había


            llamas por todas partes, a lo lejos, como si la ciudad


            entera  ardiese  en  la  distancia.  El  viento  estaba


            arrastrando el humo lejos de ellos, pero era como


            una  garra  despiadada  cuyos  dedos  espantosos


            descendiesen  sobre  las  calles.  El  espectáculo  era



            desolador. Parecía que había caído una bomba en


            alguna  parte  y  que  la  onda  expansiva  había


            descarnado aquellas construcciones.



            Allen se había asomado a la barandilla.









                                                                                                          339
   335   336   337   338   339   340   341   342   343   344   345