Page 344 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Yo cogí aquel teléfono, eché la puerta abajo. ¡Aquel


            coche estaba allí, joder, como todo lo demás!



            Joe tragó saliva. Allen tenía razón.



            —Aquello no era una fantasía —insistió este.



            —No —admitió Joe—. No lo era…




            Miró  de  nuevo  hacia  las  llamas  que  se  elevaban


            hacia el cielo en la distancia. Si aquello no era una


            artimaña de la cueva sino otro trozo de realidad que


            se  había  solapado  con  esta,  ¿qué  era?  ¿Dónde


            estaban?




            Miró  hacia  arriba,  asustado,  y  contempló  el  sol.


            Realmente  era  de  un  tamaño  prodigioso,  mucho


            más grande de lo que debería ser. Los edificios no


            despertaban  en  él  ningún  recuerdo  tampoco,


            aunque  la  mayoría  estaban  tan  dañados  que


            aunque la ciudad hubiese sido Baltimore no habría


            podido reconocerlos. Eran edificios altos, de eso no


            había duda, como los de los centros financieros de


            las  grandes  ciudades.  Sin  embargo,  acabó  por



            descubrir  unas  letras  en  relieve  en  la  fachada  de


            uno de los edificios cercanos y, con la boca abierta,


            comprobó que le era imposible interpretarlos: eran


            caracteres chinos, o quizá japoneses. ¿Se trataba del


            presente?,                  ¿del           futuro,              quizá?               ¿Estaba


            contemplando el fin de la Humanidad, acaso? ¿El







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