Page 363 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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blanca. Tuvo un pequeño instante de confusión. Sin
embargo, unos segundos más tarde sus ojos se
acostumbraban a la luz y Joe reconoció de quién se
trataba.
Era Allen. Allen sin abrigo, sin mochila, con la ropa
hecha jirones, sucio y despeinado, con manchas
oscuras de mugre en la cara. Y un Allen cuya
mirada era, de una manera difícil de precisar,
diferente a la que conocía.
Joe se quedó quieto, congelado.
—¡Allen!
—¿Eres tú, Joe?
Joe dio un paso hacia él, pero Allen reaccionó
dando un pequeño salto hacia atrás y separando las
piernas. Ahora tenía algo en la mano: una especie
de daga, un cuchillo pequeño.
—Allen… —exclamó.
—No des un solo paso o te hundiré esto en el
corazón.
—Pero, Allen…
—Quédate quieto. Solo alarga el brazo hacia mí.
—¿Qué?
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